Cirugías de tiroides

¿Qué tipo de operaciones se realizan sobre la glándula tiroides?

Cuando se realiza una intervención sobre el tiroides siempre es para extirpar una parte o bien la totalidad de la glándula. Las operaciones más frecuentes consisten en la extirpación de uno de los lóbulos (hemitiroidectomía), de toda la glándula (tiroidectomía total) o bien de casi toda (tiroidectomía subtotal); En ciertos tipos de cáncer es necesaria la extirpación de los ganglios linfáticos presentes alrededor de la glándula. La elección por parte del cirujano de una intervención u otra se basa en la enfermedad que usted tenga.

¿Cuánto tiempo deberé estar hospitalizado/a?

El ingreso hospitalario tras la intervención es de uno a tres días. En general, se da el alta a las 24 horas si se ha realizado una tirodectomía parcial o total y entre el tercer y quinto día si, por algún motivo, la operación ha sido más complicada.
Algunas intervenciones se pueden realizar de manera ambulatoria.

¿Es muy grande la herida?

La mayor parte de las tiroidectomías se realizan a través de una incisión horizontal de no más de 5-7 cm. en la parte baja y anterior del cuello. Si el bocio es muy grande o el paciente tiene un cuello muy corto o está comprometido por cáncer pueden ser necesarias incisiones más largas. Siempre que sea posible se aprovecha una arruga del cuello para disimular la incisión quirúrgica.

¿Es una intervención dolorosa?

Las tiroidectomías son poco dolorosas y la mayor parte de pacientes precisan tan sólo de una a tres inyecciones de analgésico después de la operación.

¿Engordaré después de la operación?

El tiroides regula el peso del organismo ya que controla la cantidad de energía que quemamos. Tras la operación el peso no debe modificarse siempre y cuando la función tiroidea sea correcta o, si la tiroidectomía ha sido total, usted tome la dosis adecuada de hormona (Levotiroxina). Si la función tiroidea es insuficiente puede producirse un aumento de peso.
Por este motivo, después de la operación se le realizarán unos análisis para comprobar si la concentración sanguínea de hormonas tiroideas es la adecuada. Si es así, su peso no debe alterarse para nada. En circunstancias excepcionales es necesario suspender la toma de hormonas tiroideas durante 6 semanas periodo en el que puede presentarse una ganancia de peso transitoria.

Cirugías de Glándulas Suprarrenales

¿Qué es una suprarrenalectomía?

Es la intervención quirúrgica en la que se extirpa (quita) una glándula suprarrenal enferma.
Puede hacerse mediante una incisión en el abdomen o bien por laparoscopia (ver más adelante).

¿Quién necesita una suprarrenalectomía?

La causa más común por la que se realiza una suprarrenalectomía es porque se descubre un tumor en una glándula suprarrenal que produce un exceso de hormonas, la gran mayoría de estos tumores son benignos, cada tipo de tumor produce un exceso de una hormona determinada, por lo que los síntomas pueden ser muy variados.

Los principales tumores de las glándulas suprarrenales son:

  • Feocromocitomas: Producen un exceso de adrenalina o de noradrenalina, pueden causar un aumento de la presión arterial, taquicardia y palpitaciones o dolor de cabeza muy intenso, suelen hacer aumentar el azúcar en la sangre.
  • Aldosteronomas: Producen un exceso de aldosterona, causan aumento importante de la presión arterial y un descenso del potasio en la sangre.
  • Tumores secretores de corticoides: Producen una enfermedad llamada síndrome de Cushing, por exceso de corticoides, causan obesidad (muy marcada en la cara y el tronco), aumento de la presión arterial, aumento del azúcar en sangre, piel frágil y estrías de color vinoso en el abdomen.
    Hay otros tumores de las glándulas suprarrenales que se descubren casualmente en una ecografía, una tomografía (TAC) o una resonancia magnética realizada por otra causa y que no producen ningún exceso de ninguna hormona, los llamamos incidentalomas y suelen operarse si crecen o son grandes.
    Finalmente hay otros tumores menos comunes de las glándulas suprarrenales como los que producen hormonas sexuales o metástasis de tumores de otros órganos (pulmón, mama, intestino o riñón).

¿Cómo se sabe si un tumor de una glándula suprarrenal produce demasiadas hormonas?

Se sospecha que un tumor de una glándula suprarrenal está produciendo demasiadas hormonas por los síntomas. Se sabe seguro haciendo análisis especiales de la sangre y la orina, en algunas ocasiones es necesario repetir varias veces estos análisis.

¿Cómo se hace una suprarrenalectomía?

Esta cirugía se lleva a cabo siempre bajo anestesia general, durante la intervención puede extirparse una (lo más normal) o las dos glándulas suprarrenales, en algunos casos especiales se puede quitar solamente el tumor dejando intacta la glándula suprarrenal sana, la mayoría de las veces se hace por vía laparoscópica, mediante pequeños orificios (de 5 y de 10 milímetros) en el abdomen por el que introducimos una mini cámara y los instrumentos, por uno de ellos extraemos la glándula con el tumor, esta vía es poco dolorosa, permite una recuperación rápida, tiene pocas complicaciones y deja unas cicatrices muy pequeñas.
En algunos casos no es recomendable operar un tumor suprarrenal por vía laparoscópica porque se sospecha que es maligno o bien porque tiene un tamaño excesivo, en estos casos se extirpa el tumor mediante una incisión en el abdomen (vía abierta) como se hacía antes de que se popularizara la laparoscopia.

Cirugías de Páncreas Endocrino

¿Qué tumores del páncreas precisan de una operación?

Las células endocrinas del páncreas producen tumores que pueden o no secretar hormonas. Dentro de los tumores secretores los más frecuentes son los que producen un descenso del azúcar en la sangre (insulinomas) o hiperacidez y úlceras de estómago (gastrinomas o síndrome de Zollinger-Ellison). La mitad de los tumores de origen endocrino no segregan hormonas y se descubren por alteraciones analíticas o radiografías realizadas por otros motivos. Los tumores endocrinos del páncreas se pueden asociar con los de las glándulas paratiroides en una enfermedad familiar hereditaria que se conoce como Neoplasia Endocrina Múltiple de tipo I. Si usted sospecha que su enfermedad puede tener un origen familiar, debe comunicárselo a su cirujano.

¿Qué es un insulinoma?

Es el tumor endocrino más frecuente del páncreas. Produce un exceso de insulina lo cual comporta una bajada del azúcar en sangre (hipoglucemia). Los síntomas de hipoglucemia son mareos, desmayos, sudoración, palpitaciones y episodios de conducta extraña que, ocasionalmente, pueden llevar el paciente al psiquiatra.
Los síntomas aparecen o se agravan en períodos de ayuno. Se diagnostica midiendo las concentraciones de azúcar e insulina en sangre tras un período de 12-24 horas de ayuno y con radiografías del páncreas.

¿Son malignos los tumores endocrinos del páncreas?

En primer lugar no debe usted confundir los tumores endocrinos con el cáncer (adenocarcinoma) de páncreas, enfermedad muy grave y casi siempre mortal. Más de la mitad de los tumores endocrinos son benignos y los malignos son mucho menos agresivos que el cáncer de páncreas. En general, cuanto mayor tamaño tienen los tumores endocrinos mayor es el riesgo de que sean malignos.

¿Qué tipo de operaciones se realizan sobre el páncreas?

Cuando se realiza una intervención sobre el páncreas es para extirpar un tumor endocrino de forma aislada (enucleación) o para extirpar, junto con la tumoración, una parte del páncreas (pancreatectomía). El cirujano le explicará cuál de las dos opciones es mejor en su caso.

¿Cuánto tiempo deberé estar hospitalizada/o?

El ingreso hospitalario tras la intervención es de 4 a 8 a días. En general, se inicia de nuevo la ingesta de alimentos hacia el segundo o tercer día y, si se ha dejado algún drenaje, éste se retira entre el 5º y el 7º día.

¿Qué secuelas tiene una pancreatectomía?

Como las funciones del páncreas son facilitar la digestión y controlar el azúcar de la sangre, la ausencia de una porción del páncreas puede causar la insuficiencia de alguna de estas dos funciones. Así pues, tras la operación, su cirujano le estudiará la absorción intestinal y realizará análisis de azúcar en sangre por si fuera preciso realizar algún tratamiento con medicamentos.

Ablación por radiofrecuencia para nódulos tiroideos

¿Qué es la Ablación por Radiofrecuencia?

La ablación por radiofrecuencia (RFA) es un tratamiento mínimamente invasivo diseñado para reducir el tamaño de los nódulos tiroideos benignos mediante la aplicación de calor controlado. Utiliza energía de radiofrecuencia para destruir el tejido nodular de manera precisa y segura, evitando en muchos casos la necesidad de una cirugía.

Beneficios del Procedimiento

Este tratamiento ofrece múltiples beneficios para los pacientes, incluyendo:

  • Conservación de la glándula tiroides y su función.
  • Procedimiento ambulatorio con mínima cicatrización.
  • Recuperación rápida y reincorporación temprana a las actividades diarias.
  • Reducción significativa de síntomas causados por nódulos tiroideos grandes, como molestias al tragar o cambios estéticos en el cuello.

Indicaciones: ¿Quiénes son Candidatos?

La ablación por radiofrecuencia es ideal para pacientes con nódulos tiroideos benignos que:

  • Presentan síntomas debido al tamaño o crecimiento del nódulo.
  • Buscan una opción de tratamiento que no implique una cirugía mayor.
  • Prefieren preservar la glándula tiroides en lugar de realizar una tiroidectomía. Es importante que el médico realice una evaluación exhaustiva para determinar la idoneidad del tratamiento en cada caso

Preparación para el Procedimiento

Antes de someterse a una ablación por radiofrecuencia, el paciente deberá seguir una serie de pasos, que incluyen:

  • Realizar exámenes de imagen, como ecografía y biopsia, para confirmar que el nódulo es benigno.
  • Evitar ciertos medicamentos, como anticoagulantes, según las indicaciones del médico.
  • Informar al especialista sobre cualquier condición de salud relevante para ajustar el procedimiento a sus necesidades.

Recuperación y Cuidados Posteriores

Después de la ablación, la recuperación suele ser rápida y poco dolorosa. Es posible que el paciente sienta leves molestias o inflamación en el área tratada, las cuales se pueden controlar con analgésicos comunes. Las visitas de seguimiento ayudarán a evaluar la reducción del tamaño del nódulo y a asegurar que el tratamiento haya sido efectivo.