¿Qué es la Ablación por Radiofrecuencia?
La ablación por radiofrecuencia es una técnica de mínima invasión que destruye los tejidos anormales de los nódulos tiroideos sin necesidad de una cirugía extensa. Este procedimiento preserva la función de la tiroides y reduce notablemente los efectos secundarios y el tiempo de recuperación.
- Preservación de la función tiroidea sin extirpación completa de la glándula.
- Procedimiento de recuperación rápida y mínima hospitalización.
- Técnica precisa que evita incisiones y cicatrices visibles.
- Disminución de síntomas molestos asociados a los nódulos tiroideos.
La ablación por radiofrecuencia permite reducir o eliminar nódulos benignos, conservando la función de la tiroides y mejorando la calidad de vida sin el trauma de una cirugía.
- Evaluación Previa: Revisión médica completa para confirmar que el paciente es candidato ideal.
- Preparación para el Procedimiento: Orientación sobre el proceso, incluyendo anestesia local para mayor comodidad.
- Ablación por Radiofrecuencia: Aplicación de radiofrecuencia controlada en el nódulo, con una duración de entre 15 a 45 minutos.
- Recuperación y Seguimiento: Observación post-tratamiento y evaluación periódica para asegurar la efectividad del procedimiento.
Este tratamiento está indicado para pacientes con nódulos tiroideos benignos que causan molestias estéticas, síntomas de presión o complicaciones respiratorias leves. Es una alternativa cuando se busca evitar una cirugía tradicional.
No. Se utiliza anestesia local para minimizar el dolor, y los pacientes suelen experimentar solo una leve molestia durante y después del procedimiento.
La recuperación es rápida, y muchos pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas en uno o dos días, con molestias mínimas.
Sí, la ablación por radiofrecuencia ha demostrado ser altamente efectiva en la reducción de nódulos tiroideos, logrando disminuciones de hasta un 50-80% en su tamaño en pocos meses.
No, la ablación por radiofrecuencia se realiza sin incisiones visibles, evitando las cicatrices que deja una cirugía tradicional.
Después del tratamiento, se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos y mantener la zona libre de golpes. Las visitas de control ayudarán a monitorear la reducción del nódulo.